El Padre Naim Shoshandy, iraquí de 34 años siempre ha vivido rodeado de guerra y horror. Presenció cómo su hermano fue asesinado por ser cristiano y cómo su familia se vio obligada a huir de Qaraqosh en 2014 por la llegada de Daesh
Cuenta cómo fue su experiencia en el campo de refugiados de Erbil, resaltando la importancia de la fe y el perdón para reconstruir sus vidas, y el estar seguros de que Dios está con ellos, siendo esto el testimonio que el mundo espera.
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